La última noche del Festival de Talca, al cual no me referiré como festival de la independencia porque los que vivimos en Biobío sabemos que eso es completamente errado, tenía al lagarto Murdock haciendo de las suyas en el escenario cuando repentinamente el Drone que volaba para TVN se desplomó sobre el público dejando dos personas heridas. Frente a esto comparto a continuación las verdaderas causas del siniestro y lo que no debe hacer como usuario de redes sociales.
La reacción que he visto por parte del público desconocedor e incluso de competencia envidiosa.
Esto lo redacto en base a la gran cantidad de comentarios que pude leer entre anoche y hoy en la mañana y decían cosas como lo siguiente:
«Lo que faltaba. TVN está tan pobre que tiene pocas baterías. Son irresponsables y ahora tienen lo que merecen«. Y así podría seguir un buen rato.
A veces siente uno que la gente espera con ansias que este tipo de cosas ocurran para descargar toda su furia frente a temas que, tal vez desconoce completamente, pero siempre son una buena oportunidad para darle abajo al que no pasa por un buen momento, y con eso me refiero a TVN. Y en cuanto a drones, sí que hay mucho desconocimiento.
Lo que realmente sucedió y que nos debe avergonzar como Chilenos.
Fue el mismo Ariel Marinkovic, director de la empresa X-Cam que realizó los vuelos para TVN durante las jornadas en Talca, quien aclaró el hecho en nota de prensa y también en los grupos de drones en redes sociales, copio y pego textual para evitar malos entendidos:
Efectivamente fuimos nosotros los del drone siniestrado en el Festival de Talca. Una boleadora lanzada desde el público enganchó dos motores del octo y éste no fue capaz de mantener la altura. Ante la decisión de activar paracaídas y perder totalmente el control del equipo, optamos por bajar de forma semicontrolada. Hubo dos personas con lesiones leves e imagino que ustedes dimensionan cuánto sentimos haber causado aunque sea el más mínimo daño a personas con nuestros equipos. Ahora, tras contactar a las personas lesionadas y dejarles claro nuestro apoyo, sólo resta buscar otras formas de asegurar aun más la operación de nuestros equipos… considerando que esto, más que un accidente, fue un atentado con un resultado lamentable.
No puedo hacer otra cosa que empatizar con Ariel y contarles por ejemplo que con Aereovisual, realizamos las imágenes aéreas en diciembre pasado para el Carnaval de Talcahuano. [les dejo abajo una pequeña muestra] Allí, también hicimos algunos vuelos sobre el público que asistía a los eventos artísticos y lamentablemente vivimos una situación similar, aunque nunca hubo una voleadora, sí pasaron muy cerca de nuestro equipo unos implementos luminosos que eran vendidos por ambulantes y lanzados desde el público directo a nuestro Drone, por lo cual más de una vez debimos abortar los vuelos.
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Posted by I. Municipalidad de Talcahuano on miércoles, 9 de diciembre de 2015
La pregunta que nace es, cómo alguien se decide a lanzar lo que sea al Drone, sin antes pensar en que puede causar un enorme daño, no sólo en la reputación de quienes trabajan, sino físico en otras personas, que es finalmente mucho más importante. No hay conciencia alguna, y aunque sabemos que no es toda la gente, eso hace que nos avergoncemos bastante de la idiosincrasia nacional.
Sólo quiero agregar que en estos días, donde se nos exige tanto documento, examen y sobre todo gastos en seguro, accesorios y un cuanto hay para obtener la licencia DGAC, bueno sería también que se pusiera mayor control en quienes atenten contra los drones en eventos como este, donde sabemos los encargados de las imágenes aéreas trabajan con mucho cuidado y profesionalismo. Después de todo, como dijo alguien en facebook, si le arrojas una voleadora a un motorista en plena carrera no es muy exagerado pensar en que puedas ocasionarle un daño grave y de seguro tengas que pagar una pena tras las rejas.
1 comentario
Lamentable! Estos equipos son caros y no sólo invertimos mucho dinero en comprarlos, si no que es un riesgo siempre operarlos , para que además debamos cuidarnos de idiotas que juran que estamos jugando y no trabajando. Vivimos de esto y se debe multar a la gente que amenaza con nuestro trabajo como cuando se agrede a un periodista.