Ayer @pipedelgado uno de mis «amigos» en Twitter, de esos que uno no conoce en persona pero los lee todo el día, se quejaba de algo muy común, no podía quitar una pegajosa canción de su cabeza.
El punto es que mi cerebro multitasking de inmediato recordó haber leído por ahí algo al respecto y después de un tiempo de búsqueda di con la información.
Lo que Felipe adolecía en ese minuto es más común de lo que parece [díganme que no les ha pasado] y se conoce científicamente como «earworm» o «Gusano de Oído«. También podrían conocerlo como «Síndrome de la canción Pegadiza«, no sé llámalo como más te acomode.
¿Por qué ocurre esto?, ¿Qué hacer para quitártela de la cabeza? Los detalles como siempre después del salto…
Imagen pertenece a Alex Paleczny en Flickr
Nada más incómodo que oír una canción y luego ya no poder quitártela de encima, sobre todo cuando te pasa caminando por la calle y no tenías la mínima intención de meterla en el playlist de tu día.
Los alemanes bautizaron el fenómeno como «Ohrwurm» que significa «melodía pegadiza», luego derivó al inglés con el ya mencionado «earworm», incluso los portugueses lo denominan «Chiclete de Ouvido», es decir, «Chicle Auditivo» y en chile, simplemente decimos «Canción pegajosa». [según yo mismo]
Al respecto escriben en la revista digital Conexionbrando.com un excelente artículo del cual me permitiré extraer para ustedes los siguientes párrafos:
Relacionado a las canciones aquellas…
…Y preferiríamos olvidarla porque en general se nos pegan canciones que no nos gustan, que no nos importan, o que oímos al pasar: un jingle, lo que sintonizaban en el supermercado, incluso la canción que otra persona estaba tarareando.
Ahora bien, es muy probable que esa persona tuviera ella misma una canción pegada, y aunque la ciencia sólo ha podido especular acerca del fenómeno, parece que cantar la melodía que no nos deja en paz ayuda a que se desprenda de nuestro cerebro. Y, como un virus, deja nuestro organismo para contagiar a otro.
Lo que dice la Ciencia
James Kellaris es profesor de la Universidad de Cincinnati [quien sostiene que el 99% de la humanidad ha tenido alguna vez un Earworm] y uno de los primeros interesados en investigar el fenómeno.
Sin embargo, corría el año 2006 y con el estreno de Misión Imposible III en pleno, fueron investigadores del Darmouth College de New Hampshire quienes descubrieron que estas canciones pegadizas se instalan en el córtex auditivo: una parte del cerebro que contiene la memoria sonora [algo así como nuestro iPod interno].
Para eso, escanearon a un grupo de estudiantes a quienes hicieron escuchar música que conocían y la apagaron intermitentemente, sin avisarles. Pudieron ver que cuando se hacía silencio, el cerebro completaba la canción, es decir, el córtex era capaz de llenar el vacío apelando a la memoria auditiva.
En cambio, cuando la canción les era desconocida, el cerebro no podía completarla, a menos que fuese bastante previsible [por ejemplo, en el caso de una estructura típicamente pop de verso-puente-estribillo]. Lo que demostraron, básicamente, es que el cerebro tiene la necesidad natural de completar canciones. [un punto que tampoco nos debiera ser desconocido a los que alguna vez estudiamos sobre La Gestalt, pregnancia recuerdan?]
¿Por qué sucede?
A pesar de estos estudios, no se ha llegado a ninguna conclusión acerca de las causas que hacen que se nos pegue una determinada melodía. Es cierto que algunos temas son más «pegajosos» que otros, y son justamente esos temas los que se convierten en hits [«Waka Waka» de Shakira, «Alejandro» de Lady Gaga).
Según Kellaris, «los earworms surgirían de la interacción entre las propiedades mismas de la música [simple y repetitiva], las características del individuo [su nivel de neurosis]y el contexto situacional [si la canción es lo primero que escuchás a la mañana, o lo último que escuchaste a la noche, o si estás bajo estrés].»
Para Sergio, DJ argentino radicado en Barcelona, la cosa pasa por la intención expresa del músico. Cuenta que la última canción que se le pegó fue «I gotta feeling» de Black Eyed Peas: «y se pega porque es un producto perfecto de laboratorio, pensado por Black Eyed Peas y David Guetta precisamente para eso; es gente que sabe cómo vender.»
¿Qué hacer para sacarla de tu cabeza?
Alejandro [el mismo DJ]tiene su propia receta: «Estuve todo un fin de semana tarareando una canción. Creo que se me pegó por la estructura: pocos tonos, repetitivos y la misma fórmula de estrofa-puente-estribillo. Para despegarla tuve que conseguir una canción igualmente pegajosa, y que no se alejara por polaridad, logrando que se reemplazaran una a la otra.»
Para Cristian, hay «grados de pegajosidad«. «El carnal de las estrellas» de Molotov se le despegó sola. En cambio una vez que escucha o simplemente recuerda «Macarena«, no se le va más. «Una buena forma de que se vayan es pensar en una canción más pegajosa, pero eso genera el problema de un pegote ad-infinitum.»
O también puedes hacer el mayor exorcismo de todos; tu propia canción. Al menos, eso fue lo que hizo Weird al Yancovic en ¿homenaje? a una de las canciones más cuadradas, pegajosas y populares de principios de los ‘90, «Achy Breaky Heart» de Billy Ray Cirus. La fantástica composición de Yancovic, casi un himno a los que padecen earworms, puedes escucharla en este video.
La alternativa Geek
Pero si no tienes dotes musicales y demasiado creativas como para componer tu propia canción, también existe una alternativa provista por nuestra querida Web.
El sitio EarWurm.com te propone compartir y contagiar canciones. Al entrar podrás escuchar el earworm del día y proponer el tuyo, sin necesidad siquiera de registrarte.
Con esto espero ayudar en algo a aquellos que como @pipedelgado se ven acosados por alguna canción en sus mentes, aunque claro, para él es doble esfuerzo porque, trabajando en una reconocida radio regional la cual escuchamos para el terremoto, debe batallar a diario con los tracks de Arjona, Sabina e Ismael Serrano que cualquiera quisiera sacarse rápidamente de la cabeza.
Quizá sea por eso que a ratos, sólo le sirve la resignación…
Enlaces: Artículo completo desde Revista Brando
Visto en: AudioNews
6 comentarios
necesito buscar una cancion muy antigua pero solo tengo un parrafo me alludais
clavo que t clavo la sombrilla jajaja
wtf??
en algún lugar escuche que el tarareo de las canciones es por algo así decirle «una picazón en el cerebro» y que esa es la manera en que el mismo reacciona para quitarse esa «picazón…
Yo ODIO «Alejandro» de Lady Gaga, desde que esa maldita canción se me pego por más de 3 días, y aún a veces la oigo en mi cabeza!!
¬¬
Eso, buen articulo, saludos 🙂
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